Doniños

Comenzaremos nuestra ruta saliendo del muelle de Curuxeiras y tomando la carretera del Puerto- La Graña hasta llegar al cruce de A Cabana, donde cogemos la CP-3607 que nos llevará hasta la playa de Doniños.

El arenal de Doniños es una playa rectilínea que tiene una extensión de 1.700 metros de longitud por 41 metros de ancho. Es una playa ventosa, de arena blanca y con fuerte oleaje lo que la hace idónea para la práctica del surf. La playa de Doniños tiene 2 accesos diferenciados.

Punta Penencia en el sur, es la zona de la playa menos masificada; ideal para la práctica del surf o del bodyboard. En ella se celebran, en el mes de septiembre, pruebas del “Circuito O’Neill”. En esa zona, la playa está salpicada de rocas con formas que parecen esculturas. Cuenta con acantilados de gran belleza. En marea baja, queda al descubierto una pequeña cala salvaje llamada Lumebó. Es un lugar mágico de muy difícil acceso por lo escarpado del terreno, pero de gran belleza, a la que contribuyen las rocas de formas caprichosas que parecen esculturas. Es una cala frecuentada por nudistas. Esta zona de la playa cuenta con zona de aparcamiento y chiringuito.

En la parte norte del arenal se encuentra la zona conocida como Outeiro, que es la zona de servicios de la playa. Tiene un amplio parking, chiringuito y cuenta con una zona de sombra, ya que está adosada a un pinar. Posee también un paseo marítimo que goza de un pequeño parque para recreo de los niños. Lo que hace de ella una playa idónea para el disfrute en familia.

El litoral de Doniños alberga de un sistema dunar, con especies endémicas de Galicia . En su encuentro con el mar surge la Laguna de Doniños declarada zona húmeda de interés nacional, por las especies vegetales que la tapizan. La laguna que llega a los 9 metros de profundidad se abre una vez al año creando unas marismas dignas de ver.

Por su excepcionalidad y por las numerosas aves, tanto migratorias como sedentarias que la habitan, la zona está declarada refugio de caza y se incluye en la Red Natura 2.000 como lugar de importancia comunitaria. Se trata de un enclave natural protegido por su variado ecosistema. Cuenta la leyenda que bajo las aguas de la laguna existe una ciudad sumergida que fue engullida por una ola gigante como castigo. La tradición asegura que sólo 2 niños se salvaron y que a ellos se debe el nombre del lugar.

En la zona norte de la playa de Doniños, al pasar el pinar, podemos tomar un desvío señalizado que nos lleva hasta Lobadiz donde existen restos arqueológicos de un castro costero pre-romano (castro de Lobadiz) en el que se adivinan los restos de muros y parapetos. Su cronología data del siglo I a.C. al siglo I d. C. En las excavaciones que se realizaron se encontró diversa cerámica, tégula y restos de un “Concheiro” con lapas, mejillón y berberecho, que dan muestra del tipo de alimentación de sus habitantes, que aprovechaban los recursos naturales de la zona. Existe una pequeña cala rocosa, salvaje, ventosa y con oleaje, ideal para los amantes del buceo por sus aguas claras y los restos de un naufragio. Se contemplan unas magnificas vistas a las islas Gabeiras que quedaron separadas de la costa por la acción erosiva del mar. Aunque desde tierra, parecen una sola isla, en realidad son dos, formadas en dos momentos geológicos distintos. Los restos arqueológicos encontrados en ellas prueban que fueron ocupadas por los habitantes del vecino Castro de Lobadiz.